Luca Di Pietro
Cofundador euro latin Cooperation
#Opinión
Colombia-Venezuela: ¿Comienzo de un deshielo?
El martes pasado, mientras veía un partido de Champions League entre el Inter de Milán y el Bayern de Múnich, charlaba con mis dos compañeros de piso en mi apartamento de Bruselas sobre cosas de la vida. De repente, alrededor del minuto 20 del primer tiempo, aparece una notificación en Instagram: una nueva publicación de Gustavo Petro, presidente de la República de Colombia. Abro la notificación y descubro, con mucho asombro, una foto con el presidente venezolano Maduro, ambos vestidos de blanco. Sorprendido y un poco curioso, decido buscar en la hemeroteca de los periódicos digitales, pero no encontré ni rastro de esa visita a Caracas. Una visita histórica porque hace 6 años que los dos jefes de estados andinos no se hablan. Unos minutos más tarde recibo la segunda notificación, esta vez para una transmisión en vivo y una conferencia de prensa conjunta en curso. Este repentino vuelco de mis prioridades, política vs fútbol, me obligó a dejar de lado mi amor por el fútbol y por el Inter de Milán para centrarme en las declaraciones conjuntas de Maduro y Petro.
Un nuevo contexto
Una rueda de prensa conjunta que ve a los dos líderes muy confiados, pero visiblemente tensos. Venezuela excluida del mecanismo latinoamericano de los derechos humanos, de la Comunidad Andina y aislada de la Organización de los Estados Americanos, parecía destinada al fracaso hace unos años. De hecho, cuando hablamos de Venezuela considerando la crisis humanitaria, sanitaria y política solo podemos pensar en un estado fallido. Los datos económicos, como el PIB, y los datos sociales, como el número de personas que viven en la pobreza, no están disponibles desde hace más de 5 años.
Maduro no ha cambiado, pero sí el contexto político regional latinoamericano. Un auténtico terremoto que en pocos años ha arrasado con muchos gobiernos de centroderecha. En Colombia Gustavo Petro tomó el relevo del conservador Iván Duque, En Argentina Fernández reemplazó a Macri en la Casa Rosada, Luis Arce en Bolivia, luego Gabriel Boric en Chile. En pocas palabras, América Latina se ha renovado y ahora la guinda del pastel es la elección de Lula da Silva. Ante estos cambios radicales y repentinos, la visita del presidente de la República de Colombia Petro a Caracas es una revolución y un nuevo comienzo. Un mensaje político contundente que dejó una señal: Colombia y Venezuela tienen un destino común y por eso deben trabajar juntos.
Nuevos desafíos
Cuando Petro habló de democracia y libertad durante la rueda de prensa, no sé qué pasaba por la cabeza de Maduro. Más allá de las claras diferencias entre ambos mandatarios, se reconoció un mínimo común denominador de trabajo: la protección de la Amazonía. Este contexto latinoamericano es una gran oportunidad para que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela relance su imagen internacional en América y Europa. ¿Cuánta variación hay en esta oración? Lo sabremos en los próximos meses, ciertamente CELAC, si volviera a funcionar como lo hizo hace 10 años, garantizaría importantes espacios de diálogo y reapertura. Es necesario.
Unión Europea
Gustavo Petro dijo en la conferencia de prensa: “En Europa ha habido guerras durante años y millones de personas han muerto antes de la paz. Solo después de la Segunda Guerra Mundial se entendió que la integración económica y política podía traer crecimiento, paz y estabilidad. La UE, su apoyo a la democracia y los derechos humanos es una gran oportunidad para Colombia y para América Latina en general. Europa en busca de aliados estratégicos no solo se plantea invertir cada vez más en América Latina.
¿Victoria?
Es demasiado pronto para cantar victoria, sin duda esta visita es una gran señal. Una América Latina que dialoga superando las diferencias ideológicas también es una buena noticia para Europa. Aunque el Inter de Milán perdió contra el equipo de Alemania sólo puedo estar feliz por esta visita de Petro a Caracas y esta gran puerta que está por abrirse.
Luca DI PIETRO
