“Un derecho se reclama, un favor se pide.”

El reconocido autor francés Vallaeys Francois, en El Voluntariado solidario: ventajas y peligros,  describe la diferencia (y relación) que existe entre el voluntariado y la ciudadanía, sin desprestigiar todo tipo de ayuda por diferentes medios, describiendo la importancia de conocer los riesgos de ejercer el voluntariado sin ciudadanía.

Como principal peligro pone especial atención en el ejercicio del voluntariado sin el objetivo real de la “emancipación democrática” Vallaeys Francois (2008), citando a Oscar García y Sandra Spampinato quienes manifiestan que el Voluntariado no reemplaza el accionar del Estado, sino que hace visible el reclamo de derechos, y estaría bajo amenaza si por su mera existencia el Estado reduce sus obligaciones para con la sociedad. Para estos dos autores “el Voluntariado sólo tiene sentido cuando no pierde de vista el horizonte de la emancipación.”

Otro de los riesgos citados por García y Spampinato es “El Voluntariado como sucedáneo de la política”, producido por el cese de la intervención económica del estado a través de privatizaciones, dando lugar a la empresa de tomar decisiones y acciones respecto a los problemas sociales. Produciendo “un “corrimiento” de la esfera pública de la emancipación hacia la esfera privada de la ayuda” …  «Un corrimiento preocupante, pues va privatizando lo social, que va traduciendo “reclamo” en “pedido”.” Vallaeys Francois (2008). Lo cual no trata de anular la participación de las empresas privadas sino de alertar y recalcar la diferencia entre asistencia y desarrollo, y asistencialismo. Mientras que la asistencia es un conjunto de acciones dirigidas a personas en situación de vulnerabilidad con la intención de apartar al individuo del estado de necesidad y promover su desarrollo con la intención de que en algún momento cese dicha ayuda, el asistencialismo genera una situación de dependencia de la persona hacia el organismo de apoyo, donde no existe el objetivo del desarrollo de sus propias capacidades.

“La mezcla turbia de asistencialismo con discurso de derechos hace que las poblaciones empiecen a reclamar sus derechos no como ciudadanos, sino con una actitud infantil de reclamo sin responsabilidad.” Vallaeys Francois, (2008)

El caso de la actividad realizada por la Iglesia Católica en la Argentina, llamada “Noche de la caridad”, es un ejemplo claro de voluntariado sin ciudadanía. Dicha ayuda consiste en ir al encuentro de personas en situación de calle para brindarles una ayuda inmediata de comida y atención. Sin desprestigiar el accionar de las personas que participan en ella, la entrega de alimentos una vez por semana, si bien posee impacto inmediato, no promueve el desarrollo de las capacidades individuales que permitan a la persona emanciparse y lograr cubrir sus necesidades básicas y reconocer y reclamar sus derechos. En este caso los riesgos descriptos por Vallaeys están latentes: la permanencia y dependencia del voluntariado, el pedido en lugar del reclamo, el descanso del rol del Estado en el accionar de organizaciones de asistencia social y la pérdida del objetivo más importante, la emancipación.

 

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