Un pequeño gesto puede hacer la diferencia

La expansión del coronavirus en Italia, en Europa y en todo el mundo es un problema que ya no podemos ignorar. Recientemente, la OMS declaró que nos encontramos ante una pandemia global y que el virus no se trata únicamente de un problema nacional, sino que se ha convertido en una amenaza para la salud a nivel mundial.

Ha llegado el momento de la responsabilidad colectiva. Subestimar la enfermedad sólo aumentará su propagación, con todos los peligros que conlleva y que, por desgracia, continúan pasando por desapercibidos. Durante demasiado tiempo, hemos subestimado este virus y sus peligrosas consecuencias económicas y sanitarias. Durante demasiado tiempo, el COVID-19 ha sido erróneamente considerado una gripe viral normal, a pesar de que todas las principales fuentes científicas oficiales coinciden en que los dos virus son substancialmente diferentes).

Lo que está ocurriendo en Italia y el resto Europa nos ha mostrado otra característica de este virus: el riesgo de una infección masiva incontrolada. Este último, de hecho, se ha convertido en amenaza concreta, porque el virus es altamente contagioso y ha provocado que el 60% de los pacientes necesiten hospitalización, de los cuales el 10% en centros de terapias intensivas. Como no hay cura ni vacuna, muchos médicos utilizan las terapias de soporte respiratorio (intubación y la ventilación mecánica de los pulmones) para tratar que los pacientes más graves se recuperen espontáneamente.

El aumento masivo de las personas infectadas está amenazando el colapso de todos los sistemas sanitarios. El alto número de infecciones y hospitalizaciones no solo está minando la salud de los más débiles y expuestos, sino también la seguridad nacional de nuestros países. El aumento de las solicitudes de asistencia está afectando gravemente a todo el mundo de la sanidad que se enfrenta a la falta de personal y camas. Esperemos que nunca lleguemos a ese momento.

La propagación del virus a otras áreas del mundo no es alentadora. La confirmación por parte de la OMS del avance del virus amenaza concretamente la salud de millones de personas que lamentablemente se ven obligadas a vivir en contextos nacionales que sufren de una falta de material de salud primario necesario para enfrentarse a un hipotético contagio masivo.
¿Qué pasa si el virus se propaga a niveles descontrolados? ¿Cuánto tiempo podrían aguantar los sistemas de salud de la África subsahariana donde hay un médico por cada 5000 habitantes? ¿Qué pasará con Rusia y sus 1,000,000 de VIH seropositivos? ¿Qué será de esos 44 millones de estadounidenses que, aunque tengan un seguro, no será suficiente y tendrán que pagar gran parte de los costes y otros 30 millones de americanos que no tienen seguro y tendrán que pagar directamente todos los tratamientos médicos necesarios para el coronavirus? ¿Y qué decir de América Latina, donde el virus está progresando silenciosamente, amenazando un equilibrio económico y de salud ya precario e inestable?

La teoría de que es posible «contener la propagación de Covid-19 al tratar de «alcanzar el pico » de la epidemia, sin eliminarla por completo, a través de la inmunidad natural que las personas deben adquirir gradualmente», es más comúnmente conocida como «Inmunidad colectiva». Sin embargo, es una estrategia que pretende conseguir una inmunidad grupal masiva para el COVID-19, la cual genera más de una pregunta y no hay certeza de que pueda tener éxito. La adopción de una estrategia preventiva basada en el objetivo de lograr esta inmunidad demuestra ser altamente peligrosa, y fatal en caso de fracaso.

Creemos que todo esto es serio y muy peligroso. Aún hay muchas personas que no respetan las reglas comunes de prevención y las medidas tomadas por las autoridades con vistas a contener la propagación del virus. Muchos gobiernos nacionales siguen subestimando la extensión de este virus, así como sus peligrosos efectos secundarios: sobre todo, (1) el riesgo de una propagación cada vez más globalizada en áreas del mundo que no están listas para soportar un nivel de contagio masivo; (2) el riesgo de un aumento incontrolado de casos urgentes que puede bloquear el entero sistema sanitario, provocando que otras personas con enfermedades graves no puedan recibir todos los tratamientos médicos necesarios.

¿Por qué esta publicación?

Porque el virus no conoce límites y ya se ha extendido por todo el mundo. Porque creemos en el sentido común de las personas y en el espíritu de solidaridad y cooperación. Porque el virus que enfrentamos se puede controlar si actuamos masivamente y nos anticipamos. Porque el desafío para todos los países radica en la prioridad única y responsable de proteger el derecho fundamental de salud de todos los ciudadanos, mediante la implementación de medidas que impidan la propagación incontrolada del virus.
Con este post nos sentimos obligados a recordar que todos estamos involucrados en este desafío. Esto no es solo una crisis de salud pública, es una crisis que afectará a todos los sectores, por lo que todos debemos participar en la lucha para defender la integridad y la seguridad de cada uno de nosotros.

¿Entonces qué hacer?

1) Empezamos así: si tu gobierno no está haciendo lo suficiente para contener la expansión del virus, esto no significa que el virus no esté circulando y propagándose a tus espaldas. No entres en pánico, pero tampoco lo subestimes. Sé más inteligente y actúa responsablemente.
2) La percepción de menor riesgo en las áreas menos afectadas no nos impide a nosotros como ciudadanos actuar antes de que llegue la emergencia, siendo un buen ejemplo para el prójimo, siguiendo las indicaciones emitidas por la OMS, empezando a limitar los contactos humanos innecesarios, no frecuentando lugares muy concurridos (cines, restaurantes, conciertos, bares, aperitivos, fiestas disco, etc.) y quedándonos en casa.
3) Difundimos esta publicación para ayudar a aquellos que están desinformados y para que la gente actúe con prevención y de manera responsable. Para que seas consciente de lo que ha ocurrido en Italia y Europa. Para que tomes ejemplo, escuches, leas solo información de fuentes científicas oficiales, hables con tus amigos y familiares para que sigan todas las medidas y se comporten de manera que podamos acabar con esta pandemia.
4) Positividad: llegará el momento de las críticas y luego tendremos una causa común para enfadarnos, no solo para invertir los programas de inversión económicas de nuestros países en favor de la salud universal, sino también para reflexionar sobre lo que sucedió y sobre las deficiencias de nuestro sistema. Pero ahora no es el momento. Ahora lo que necesitamos es ser responsables y actuar.

Salud. Humanidad. Solidaridad. Prevención. Preparación. Responsabilidad. Colaboración. Resistencia.

Esta es una pandemia a la que aún podemos hacer frente. Pero debemos actuar ahora. Quienes decidan renunciar a las medidas básicas de salud pública pueden acabar con un problema mayor para la salud suya y la de los demás.
Nosotros ciudadanos del mundo podemos hacer nuestra parte, a pequeña escala, en nuestra vida cotidiana.

¡UN PEQUEÑO GESTO DE CADA UNO DE NOSOTROS PUEDE HACER LA DIFERENCIA!

Muchas gracias.

Leonardo y Giuseppe, dos italianos en Bruselas

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